lunes, 6 de septiembre de 2010

CHINA Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL (1)

En medio de todas las supuestas amenazas a la superpotencia mundial reinante, un rival está emergiendo en silencio y con fuerza: China. Y Estados Unidos está analizando de cerca las intenciones de ese país.

El 13 de agosto, un estudio del Pentágono planteaba la preocupación de que China estuviera expandiendo sus fuerzas militares de manera que “pudiera neutralizar la capacidad de los buques de guerra estadounidenses de operar en aguas internacionales”, da cuenta Thom Shanker en The New York Times.

Washington ha hecho sonar la voz de alarma de que “la falta de transparencia de China sobre el crecimiento, las capacidades y las intenciones de sus militares inyecta inestabilidad a una región vital del globo”.

Estados Unidos, por el contrario, es bastante transparente sobre sus intenciones de operar libremente a lo largo y ancho de la “región vital del globo” que rodea China (y donde sea).

EEUU publicita su vasta capacidad para hacerlo: con un presupuesto militar en crecimiento que casi alcanza al del conjunto del resto del mundo, cientos de bases militares por todo el planeta, y un indiscutible liderazgo en la tecnología de destrucción y dominación.

La falta de entendimiento de las reglas de urbanidad internacionales por parte de China quedó reflejada en su objeción al plan de que el portaaviones nuclear USS George Washington participara en las maniobras militares de EEUU y Corea del Sur cerca de las costas chinas en julio, alegando que este tendría la capacidad de hacer diana en Pekín.

En cambio Occidente entiende que dichas operaciones se llevaron a cabo para defender la estabilidad y su propia seguridad.

El término estabilidad tiene un significado técnico en el discurso de las relaciones internacionales: la dominación por parte de EEUU. Así, ninguna ceja se arquea cuando James Chace, ex editor de Foreign Affairs, explicaba que, a fin de conseguir “estabilidad” en Chile en 1973, fue necesario “desestabilizar” el país, derrocando al Gobierno legítimo del presidente Salvador Allende e instaurando la dictadura del general Augusto Pinochet, que procedió a asesinar y torturar sin miramientos y estableció una red de terror que ayudó a instalar regímenes similares en otros lugares, con el apoyo de EEUU, por el interés de la estabilidad y la seguridad.

Es fácil reconocer que la seguridad estadounidense requiere un control absoluto. El historiador John Lewis Gaddis, de la Universidad de Yale, dio a esta premisa una impronta académica en Surprise, Security and the American Experience, donde investiga las raíces de la doctrina de la guerra preventiva del presidente George W. Bush. El principio operativo es que la expansión es “el camino a la seguridad”, una doctrina que Gaddis rastrea con admiración dos siglos hacia atrás, hasta el presidente John Quincy.

Adams, autor intelectual del Destino manifiesto.

En relación con la advertencia de Bush de que los estadounidense “deben estar listos para acciones preventivas cuando sea necesario luchar por nuestra libertad y defender nuestras vidas”, Gaddis observa que el entonces presidente “se estaba haciendo eco de una vieja tradición, en vez de establecer una nueva” al reiterar principios que varios presidentes ya habían defendido y que desde Adams a Woodrow Wilson “habrían entendido muy bien”.

Lo mismo ocurre con los sucesores de Wilson hasta el presente. La doctrina de Bill Clinton era que EEUU estaba autorizado a utilizar la fuerza militar para asegurar “el acceso desinhibido a mercados clave, suministros energéticos y recursos estratégicos”, sin siquiera la necesidad de inventar pretextos del tipo de los de Bush hijo.

Según el secretario de Defensa de Clinton, William Cohen, EEUU debe consecuentemente mantener una enorme avanzadilla de fuerzas militares “desplegadas” en Europa y Asia “con el fin de moldear la opinión de la gente sobre nosotros”, y “para forjar acontecimientos que afectarán nuestra subsistencia y nuestra seguridad”. Esta receta para la guerra permanente –observa el historiador militar Andrew Bacevich– es una nueva doctrina estratégica, que fue amplificada más tarde por Bush Jr. y por Barack Obama.

Como todo capo de la Mafia sabe, incluso la pérdida más sutil de control puede desembocar en el desmoronamiento del sistema de dominación cuando otros se animan a seguir un camino similar.

Este principio central de poder se formula como la teoría dominó en el lenguaje de los estrategas políticos. Se traduce en la práctica en el reconocimiento de que el “virus” del exitoso desarrollo independiente puede “contagiarse” en cualquier otro lugar y, de esta manera, debe ser destruido mientras las víctimas potenciales de la plaga son inoculadas, normalmente a manos de brutales dictaduras.

Según el estudio del Pentágono, el presupuesto militar de China se expandió a unos 150.000 millones de dólares, cerca de “la quinta parte de lo que el Pentágono se ha gastado para operar y llevar a cabo las guerras de Iraq y Afganistán” en ese año, lo cual es sólo un fragmento del total del presupuesto militar estadounidense, por supuesto.

Las preocupaciones de Estados Unidos son comprensibles si uno toma en cuenta la virtual e indiscutida suposición de que EEUU debe mantener un “poder incuestionable” sobre la mayoría del resto de países, con “una supremacía militar y económica”, mientras asegura la “limitación de cualquier ejercicio de soberanía” por parte de los Estados que pueda interferir con sus designios globales.

Estos fueron los principios establecidos por los planificadores de alto nivel y expertos de política exterior durante la Segunda Guerra Mundial, cuando desarrollaron el marco para el mundo de la posguerra, el cual fue ampliamente ejecutado.

EEUU debía mantener esta dominación en una “Gran Área”, que debía incluir, como mínimo, el hemisferio occidental, el lejano Oriente y el antiguo Imperio Británico, incluyendo cruciales recursos energéticos de Oriente Próximo.

Mientras Rusia comenzaba a pulverizar a los ejércitos nazis tras Stalingrado, las metas de la “Gran Área” se extendieron lo máximo posible por Eurasia. Siempre se ha entendido que Europa pudiera escoger seguir una causa alternativa, quizás la visión gaullista de una Europa desde el Atlántico hasta los Urales. La Organización del Tratado del Atlántico Norte nació en parte para contrarrestar esta amenaza y este asunto permanece muy vivo hoy en día en momentos en que la OTAN se expande hacia una fuerza de intervención de Estados Unidos, responsable del control de “infraestructuras cruciales” del sistema global del que depende Occidente.

Desde que se convirtiera en la potencia mundial dominante durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha buscado mantener un sistema global de control. Pero ese proyecto no es fácil de mantener. El sistema se erosiona visiblemente, con implicaciones significativas para el futuro. China es un jugador potencial muy influyente y desafiante.

Noam Chomsky, distribuido por The New York Times Syndicate.

Fuente: http://blogs.publico.es/noam-chomsky/30/china-y-el-nuevo-orden-mundial-i/

FIDEL, EL SÍNDROME DE MIAMI Y LA NUEVA JUVENTUD CUBANA

Miami es un espejo. Tóquelo, verá la superficie lisa, y cesará la ilusión de que las cosas allí tienen volumen. Miami es un espejo que refleja el rostro de Cuba. A veces alguien se confunde y dice: “hay dos Cubas”, la de aquí y la de allá. Pero los espejos invierten la imagen. Un viajero despistado escuchará asombrado los anuncios de los astutos vendedores: “la verdadera cerveza de Cuba”, “el verdadero café de Cuba”. Muchos espacios públicos han recibido el nombre de un equivalente en la isla. Las palabras también se transforman: Fidel es Castro, Playa Girón es Bahía de Cochinos, el bloqueo es embargo y el héroe de Girón es el mercenario de Bahía de Cochinos, para el que se ha erigido un pequeño monumento. Hay grupos e individuos contrarrevolucionarios que se autodefinen como revolucionarios. Los cinco presos políticos cubanos –que salvaron vidas de aquí y de allá-- son llamados espías en tono despectivo, y Posada Carriles, autor de atentados a un avión civil (que ocasionó la muerte de todos sus pasajeros civiles) y a hoteles y lugares públicos en la isla, es tratado como héroe. El Che Guevara, que renunció al poder para empezar de cero, para entregar su vida por los demás, allí es llamado asesino y Fulgencio Batista es considerado una figura relevante de la historia, víctima de la propaganda comunista.


Pero sucede como en todo: una cosa es la realidad y otra su reflejo especular. Cuba es Cuba, y Miami, su reverso. Lo curioso es que las grandes corporaciones de prensa no describen lo que sucede en Cuba; miran al espejo, se comportan como un espejo. Ocultan los hechos y reportan los deseos. Se miamizan. Cumplen una función sagrada: construir (y mantener) de manera verosímil un estado de opinión sobre la Revolución cubana que se parezca a Miami. ¿Por qué? Porque Miami es la Disneylandia de la contrarrevolución latinoamericana: hecha para seducir y ocultar, en ella viven los antisandinistas, los antibolivarianos, y todos los capos del Sur que presienten su caída (o cayeron) y quieren reciclarse. El síndrome de Miami en los medios –cerrar los ojos ante la realidad y sustituirla por otra más conveniente--, es devastador: El País y algunos otros medios españoles se parecen más a El Nuevo Herald que a sus similares europeos.

Es natural que si los vencidos habían anunciado que la solución final –la única a la que podían aspirar--, era la muerte natural o violenta de Fidel, lo sucedido en estos últimos cuatro años los mantenga desconcertados: sobrevino “el día después”, con la enfermedad del líder revolucionario, y la Revolución, que es de todos, no se desmoronó; ahora Fidel reaparece, tan vital y lúcido como siempre, y el tsunami de su presencia arrasa con la ciudad de atrezzo. Ayer se produjo un hecho que deshizo en horas muchos años de paciente construcción mediática: las trasnacionales de la comunicación insistían de forma obsesiva en decir que los jóvenes cubanos (que se formaron en tiempos difíciles, sin algunos beneficios y las certezas de otras décadas) no piensan ya en la Revolución y que el vínculo emocional y racional con la dirección histórica de ese proceso se había roto. Inventaron todo tipo de figurines –blogueros, pseudo-rockeros, payasos--, que son exhibidos como “la nueva juventud” de Cuba. Pero ayer Fidel convocó a los jóvenes universitarios cubanos. Luisa, una amiga que es estudiante de la Universidad y dirigente de la Juventud Comunista, me confesó: “sentimos que el reto era gigantesco, porque debíamos convocar en 24 horas a un estudiantado que estaba de vacaciones, y a muchos jóvenes que se encontraban en la playa o en otras provincias, pero fue fantástica la respuesta. Conozco a quienes regresaron de inmediato para no perderse el encuentro”. Acudieron más de diez mil jóvenes. Mi sobrina, que llegó a la escalinata a las cuatro de la madrugada, me contó que cuando Fidel apareció se hizo un emotivo silencio y hubo quien no pudo evitar las lágrimas de alegría.

Un hecho es un hecho, pero un despacho noticioso –que interpreta el hecho y lo reconduce hacia el objetivo sagrado de reforzar la matriz de pensamiento fabricada--, es un despacho noticioso. Javier Otazu trabaja para EFE. No podía permitirse el lujo de contradecir la “verdad” orientada y cocinó un despacho con todos los ingredientes: alguna pizca de verdad, pasajes del discurso, y sentencias contradictorias o abiertamente falsas. Los diferentes medios españoles, al menos RTVE, El País y El Mundo –que representan la “diversidad” de enfoques de una “democracia” de mercado--, no solo fueron repetitivos en el contenido divulgado, sino que lo hicieron con sus mismas palabras, de forma literal, y aunque no he llevado mi búsqueda más allá, estoy seguro de que hallaría algunos párrafos idénticos en los medios de la derecha latinoamericana, dependientes de Miami y de las grandes trasnacionales de medios hispanos. Los jóvenes entrevistados fueron sin embargo categóricos en su apoyo a Fidel y a la Revolución: “‘Nos erizamos y el corazón se nos acelera cuando ves a Fidel cuadrado ante nosotros, y ver cómo nos pudo hablar y todavía sigue luchando... Nosotros siempre lo vamos a ver bien’, proclamó Carlos, de 16 años, que pese a no haber sido convocado por no ser universitario, no quiso perderse la ocasión. ‘Está muy saludable y muy fuerte; creo que hay comandante para rato’, dijo Dunieski, que trabaja en la Universidad de Ciencias Informáticas, y su amiga Yenny abundó: ‘Es lo que necesitamos en estos momentos, esta conversación nos alerta y anima’”.

Pero esas sinceras declaraciones estaban precedidas por el párrafo fabricado que más circularía en los medios de prensa que padecen el síndrome de Miami: “Varios estudiantes dormitaban o conversaban alegremente, más preocupados por el sol que ya a primera hora del día golpeaba sus cabezas, que por la hecatombe nuclear. El tema del discurso no pareció enardecer los ánimos del público joven, que aplaudió discretamente las intervenciones del hombre al que han visto regir sus destinos durante toda su vida, y que les exhortó a ‘batallar en la lucha por la paz’”. A esos medios parece importales más la descalificación del apoyo juvenil a Fidel en Cuba, que el peligro real de una conflagración nuclear. Para que Cuba se autodestruya después de Fidel –como añoran, como incentivan--, tiene que existir una ruptura entre la nueva juventud cubana y la dirección histórica de la Revolución. Este encuentro de ayer disipó algunas dudas: los jóvenes cubanos no han perdido la conexión, también sienten a Fidel como su guía moral, saben que viven momentos históricos. Aunque EFE, El País, El Mundo y RTVE, entre otros medios miamizados, sustituyan la realidad por el deseo.

Fuente: http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2010/09/jovenes-universitarios-apaticos-segun.html

viernes, 9 de julio de 2010

MÁS FELICIDAD FAMILIAR EN EL VERANO

En mi querida Cuba  el verano tiene una connotación especial pues por tradición los trabajadores y pueblo en general nos planificamos  vacaciones para esta época del año.

Claro hay razones para hacerlo.Se concentran las fiestas populares y carnavales en principales pueblos y ciudades ,los centros recreativos gastronómicos y parques infantiles visten sus mejores galas .

También  los estudiantes, desde niños hasta adolecentes, terminaron sus compromisos docentes con la escuela, y alegran con ese toque juvenil todo nuestro entorno.

En las calles cubanas, y así lo vivo en mi ciudad de Bayamo, ya la gente  a nivel de familia estamos haciendo planes. Que si primero ir a la playa, que si al campismo, que si ir a visitar a un pariente, etc, etc. etc....

Después de ponernos de acuerdo por donde empezar, digamos la playa, comienza un segundo problemita qué playa?. Que si Las Coladas en el municipio Niquero en el Mar Caribe , que si  las playas holguineras de Guarda la Vaca o Pesquero  en el Océano Atlántico.

Sin embargo para todos estos trajines de organizar un paseo todo fluye rápido, todos con un buen humor, en un magnífico ambiente familiar. Estos momentos necesarios de la familia aprovechémolos al máximo para incrementar la unión y la felicidad.